Autores
DONDE NACE LA PASIÓN
Mª Antonia Pérez García
Maestra
Recuerdo que mis compañeros desde el vientre, e incluso antes, fueron el temor, la pena contenida y el miedo enquistado.
Mi cuerpo se quebró, como se quiebran las cañas durante la tormenta, pero se me abrieron los ojos del corazón.
Sentada tras la ventana, o paseando bajo los álamos, las ramas dejaron de ser trozos de leña, para pasar a ser brazos de un ser vivo.
Percibo el sol como una corona que cubre las copas de los árboles o que juega entre las hojas a un escondite eterno.
Arrastrando los pies, tropezando, regando las flores con las lágrimas, otras veces riendo por la brisa de las mariposas,
fui empujada y tropecé y acaso, hice tropezar.
Veo senderos en el mar y olas en los campos de trigo, con espigas que se ondulan. No es ensoñación, son los pasos del espíritu.
Las ninfas de la inspiración me marean. Tengo que acallar las voces de las musas, necesito regresar de vuelta a la materia.
Doy gracias a Dios por haber estado en la niebla,
como un pájaro que pía desorientado
y por poder cantar al día, cuando la niebla se va disipando.
Bajé al valle de las libélulas, en un vuelo dirigido por el corazón, mariposa diurna después de la metamorfosis.
Intento hallar flores donde posarme, y cuando caiga la nieve, sabré que llegará una nueva primavera.
He comenzado a liberar el pensamiento y a desnudar mi corazón con Pasos hacia un templo de puertas abiertas (2016) y Un pájaro en la niebla (2020).
Sonia Rosado
Periodista
A diferencia de los congéneres puramente decorativos soy, dentro de la ciudad, un elemento semántico y productivo. Y además una anomalía en mi especie, porque no debería pensar y, sin embargo, pienso. Soy un trozo consciente de metal, de hierro fundido y forjado, arqueado, gris, desaliñado. Lo único hermoso en mí son mis ojos, pero yo no domino mis ojos sino que ellos me dominan a mí. Soy, en este sentido, «un», o mejor dicho, «una» autómata, pues, en el único acto de rebeldía que podía permitirme, he decidido «ser» en femenino. Soy una esclava más de un mundo pragmático, de un universo particular donde la mayoría de elementos, infraestructuras y construcciones
obedecemos a un objetivo funcional: preservar el orden,
la estabilidad y la evolución de nuestra ciudad.
Reconozco, no sin cierta desolación, que si todos despertásemos, nos rebelásemos y exigiésemos el derecho a elegir nuestro trabajo, quizá no habría seres como yo, y la circulación se convertiría en una vorágine desenfrenada. Es por tanto imperativo servir a la ciudad. Pero a la vez, llegados a un determinado punto, cuando los objetos despiertos lleváramos una cierta cantidad de años ejerciendo nuestra labor, pasado un tiempo, creo que ella debería servirnos a nosotros, permitiéndonos y facilitándonos ser quien de verdad queremos ser, evitándonos así la frustración que nos hace fallar o funcionar mal...
Esta metáfora trato de expresar mi frustración por no poder hacer de mi vocación mi medio de subsistencia. Pero a pesar de todo, contra viento y marea, escribo, libros que inciden en las pasiones humanas. Publiqué Ojalá me ames y El don más codiciado del mundo en los primeros meses de la pandemia. También he publicado La novia roja y el mal del Caribe (segunda novela de la saga "Ojalá me ames"), a la que seguirán "El infierno respira dos veces" y "El silbido del colibrí".
Mónica Cristóbal Parra
Publicista
Desde que tengo recuerdos, siempre andaba con un lápiz y un papel escribiendo lo que oía, veía o me inventaba. Se me ocurrían mil historias cada día. Poco a poco fui aparcando esta costumbre, acabé el instituto, estudié Publicidad y RRPP (digo yo que por eso de tener la cabeza llena de ideas) y me atrapó la vorágine diaria de mi hogar, el trabajo, la familia, los amigos y disfrutar a tope de los buenos momentos que nos regala la vida. Pero en 2010 el cáncer se cruzó en mi camino y comprendí que la vida no se planea, se vive y que no tenemos que dejar las cosas para mañana, para dentro de un año o para la jubilación. Retomé esa manía mía de escribir y empecé por contar historias en pocas palabras, colaborando en alguna antología de microrrelatos. En abril de 2019 la editorial Libros Indie publicó mi novela, La maldición de Llara, donde se entremezclan las historias de Inés y su abuela María. Escribir y publicar este libro me ha servido para "curar" las heridas del alma y recuperar el papel y lápiz.
Instagram @mocp73
Orlando Rodrigo Álvarez
Meditador y filósofo
Escribir y hablar bien no es sencillo, saber expresarse y darse a entender con claridad, se labra con práctica y amor al lenguaje. Comencé con veintiún años a adiestrar mi verbo (en la pubertad tartamudeaba un poco) junto a mi expresión escrita, manchando resmas de folios con los resúmenes que hacía de obras filosóficas. Hasta que un día me atreví a escribir un libro de viajes, Andanzas y Comentarios de un Viajero Alucinado (1998), al que siguieron Tras las Huellas del Maestro (2005), el diario del Camino de Santiago ¡A Santiago! Un Camino Singular (2006), un ensayo sobre la dualidad titulado Abraxas (2016)
y La metamorfosis de la política (2022).
Claudia Gómez
Escritora
Mi bisabuelo me contaba historias cuando era muy pequeña
y yo me quedaba embelesada escuchándole.
Hoy soy yo la que cuenta historias.
Mis historias nacen de la gente,
de la necesidad de contar
con sencillez cualquier vida.
Todas son importantes,
pero algunas son alucinantes
y eso es lo que me gusta contar.
¡No te las pierdas!
Rocío G. Soldevila
Poeta
Profunda, bella, sensual, tímida;
independiente, sincera, culta, alegre;
detallista, atenta, de buen humor y sencilla;
atrayente, afable, flexible e insegura a veces...
Interesante, bondadosa, sensible, artista;
aventurera, hipnótica, escultural, preciosa;
su sonrisa bonita, femenina, natural, ilumina;
perfección, belleza, lujuria, y deseo su cuerpo evoca...
Te pierdes en sus ojos y sus labios dicen "bésame",
de piel suave, ser místico perfecto, inspira tranquilidad;
despierta la pasión, apasionada y expresiva.
Te mira curiosa y su corazón te pide "ámame",
de larga melena, atractiva, busca la claridad;
ella es una mujer, perdida, elle es poesía.
Miriam García Santamaría
Novelista
Trabajo en el sector servicios, pero soy una gran aficionada a la lectura, sintiendo especial pasión por las novelas de misterio e intriga. Curiosa por naturaleza, siempre he tenido gran imaginación y ahora empiezo a ponerla en práctica. Soy nueva en le mundo de la escritura, aunque debo reconocer que lo he cogido con ganas. Estoy deseando aprender y no tengo intención de parar.
@santamariamiriaml