Tantas veces me tuve que levantar, después de caer herida, tanto he penado y peno, hasta encontrar las salidas, que aunque te explique mi vida, nunca podrás entender, lo que supone en este mundo, haber nacido mujer.
Tanta lucha para todo, pero poniendo sonrisas, tantas nubes descargadas, con paciencia asumidas, tanto ponerme en lugar de aquel que lo necesita, tanto cuidar y cuidar, escuchar y dar consejos y después de trabajar, contar cuentos para el sueño.
No puedes imaginar, hombre, lo que cuesta ser mujer, incluso sin tus... desprecios.
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